Desde que Mark Zuckerberg, cabeza de Meta (antiguo Facebook) pronunciara la palabra Metaverso, la búsqueda en Google arroja más de 18 millones de resultados. Un término que no pertenece al creador de la red social. Que no tiene una sola definición, y que viene de mucho antes. Concretamente de la ciencia ficción y del mundo de los videojuegos.
Primero Neal Stephenson en 1992, en su novela Snow Crash. Y después Ernest Cline en 2011, en la novela Ready Player One. Ambos hablan de mundos virtuales, futuristas e incluso utópicos, habitados por avatares de personas reales y/o corporaciones. Que comienzan fascinando al lector/jugador y que acaban mostrando un lado oscuro. ¿Pasará lo mismo con el metaverso de Mark Zuckerberg? Ya veremos.
No hay una definición única de metaverso
Un 87% de los usuarios de redes sociales admite no saber qué es el metaverso. Así lo dice el estudio “Think Forward” de We are Social. Así que vamos a ayudarte.
De todos esos 18 millones de resultados de búsqueda en Google, podemos extraer algo. Es un espacio digital o conjunto de ellos. Y en él, las personas tienen una representación virtual mediante avatares y pueden interactuar entre sí.
Aquí, sin duda, se te puede venir a la mente Second Life, la red social que se lanzó en 2003, donde ya los usuarios podían comprar y vender artículos virtualmente. O incluso Habbo Hotel, que hoy en día sigue funcionando. La Xbox Live de Microsoft ya conecta a millones de gamers en todo el mundo. Y, es más, dentro de Fornite (de Epic Games), ya se ha celebrado conciertos de Ariana Grande y Travis Scott.
Sin embargo, este metaverso del que se está hablando ahora se quedan muy atrás de lo que está por venir y de lo que Mark Zuckerberg nos está intentando contar. Por entonces no se contaba con la tecnología actual. Pero ¿y si ahora sí?
“La próxima plataforma y medio será una Internet aún más inmersiva y encarnada en la que estás en la experiencia, no solo mirándola, y lo llamamos el metaverso”, anunciaba Zuckerberg.
Los metaversos agregarán valor a Internet
Mark Zuckerberg vende el metaverso como una versión mejorada de internet y destaca una experiencia que va mucho más de lo inmersivo, si eso tiene algún sentido. Parece ser que los metaversos añadirán una capa de valor más a Internet y se focalizarán en generar una sensación de interacción con lugares y personas, en un universo hiperrealista y complejo.
¿Se está planteando una nueva economía dentro de estos universos virtuales? Parece ser que sí. Todo apunta a que la criptomoneda y el blockchain jugarán un papel fundamental. Meta ya intentó lanzar (sin éxito) su propia moneda Libra, pero ya está contemplando otras alternativas.
Un mundo virtual que se dice que representarán más de 800MM de dólares, donde se podrá acceder a productos y servicios únicos (como obras de arte o prendas de ropa… los llamados activos NFT’s, Non-Fungible Tokens), crear versiones digitales de otros productos existentes, y crear nuevas formas de venta y de relacionarse con los consumidores.
¿Una nuevo mundo? ¿Diferente? ¿O una extensión del real?
«Modificará radicalmente la forma en la que trabajamos y hacemos las cosas en nuestra vida personal. El mundo está cambiando y nuestra forma de trabajar debe ir a la par», dicen desde Meta. Parece ser que no sólo sería un universo donde comprar. ¿También donde trabajar y vivir? ¿Dónde tengamos propiedades, casa, coche… virtuales? El tiktoker Pau García (@paugarciamilla) ya nos contaba hace unos días cómo es su “enorme” oficina. Una oficina virtual creada en Gather Town. Y además, nos adelantaba que en estos metaversos “los ricos aquí van a seguir siendo los ricos de allí” y para muestra, un botón. “Hace unos días alguien se compró un yate virtual -que no deja de ser un dibujo 3D- por 650.000 dólares” en el metaverso Sandbox.
En cualquier caso, aún está por ver lo que Zuckerberg nos tiene preparado. Lo cierto es que primero tendremos que ver si contamos (o cuenta) con la tecnología y los recursos económicos necesarios para hacer posible esta idea. Un proyecto ambicioso a lo Elon Musk, pero no inmediato que va a requerir cambios profundos en internet, y nuevas y más potentes infraestructuras. No sólo para el gigante tecnológico, sino también para los usuarios.
¿Qué implicaciones tendrá para la publicidad?
Tal y como se intuye, las implicaciones para la publicidad serán muchas en cuanto a oportunidades se refiere. El metaverso trata de cambiar, de forma radical, el modo de interactuar entre las personas. Y por qué no, entre las personas y las marcas. Ya dicen que el metaverso va a cambiar la forma de vender y de cómo las marcas se relacionan con el usuario. ¿Veremos vallas publicitarias virtuales? ¿Marquesinas de autobuses virtuales con anuncios? Quién sabe.
Los primeros ejemplos de metaversos, muy relacionados con el gaming, ya demuestran que las marcas son capaces de incorporarse a estos mundos digitales y construir engagement con una audiencia altamente fidelizada.
Hace unas horas, Zara anunciaba el lanzamiento de su primera colección en el metaverso Zepeto, junto a la marca surcoreana Ader Error.
Estos son algunos de los primeros en dar el paso. Pero no serán los únicos. Las marcas deberán ser conscientes de que las barreras entre lo físico y lo virtual han desaparecido. Que deberán integrar en sus estrategias ambos mundos, y que en el metaverso, la interacción cobra un sentido más amplio: crear comunidades que ayuden a construir la marca de una forma cada vez más colaborativa.
